domingo, 23 de agosto de 2009

produccion de texto

El Almohadón de Plumas

Horacio Quiroga.


Comprensión lectora.


Erase una vez una joven pareja conformada por una angelical y dulce mujer quien le demostraba su amor sincero a su esposo Jordán quien por lo contrario se mostraba frio y no demostraba ni pizca de cariño, pero por dentro amaba profundamente a u esposa Alicia.

Un día, Alicia enfermo, una influenza la puso muy mal de salud, cada día de costaba más caminar.

Una mañana amaneció desvanecida y su marido vio la necesidad de llevarla al médico. El doctor le dijo a Jordán que no explicaba lo que Alicia tenia, puesto que no presentaba síntomas de vomito, demás. Sin embargo, le sugerido que si al día siguiente amanecía peor volviera a consultarlo.

Como era de esperarse, Alicia amaneció peor, y Jordán tuvo que pasarse de su habitación para la sala. Alicia permanecía desvalida y todo el día mantenía las luces encendidas.

Luego comenzaron las alucinaciones, imaginándose un antropoide ( pequeños monos sin cola) apoyado en la alfombra sobre los dedos, que tenían fijos en los ojos.

La joven pareja volvió al médico, donde el doctor le dijo a Jordán que ya no había mucho por hacer, de inmediato se puso furioso y descargo su puño sobre la mesa

El grado de amnesia era avanzado, puesto que por las noches, era el tiempo donde se sentía demasiado mal y besando la muerte ya casi se movía, a demás no permitía que la movieran de la cama ni tampoco que le acomodaran el almohadón.

A los pocos días el desenlace fue fatal; Alicia murió. Mientras la sirvienta subió al cuarto a cambiar sabanas y a ver el cadáver de Alicia, levanto la cabeza del cadáver y observo con tención unas manchitas de sangre, de inmediato llamo a Jordán ¿ qué es lo que pasa? Pregunto el hombre asustado que llego hasta el cuarto, viendo también las manchitas de sangre decido abrir el almohadón y valla sorpresa, se encontraron con un animal monstruoso que por lo hinchado no se le lograba identificar, cuando miraron la cabeza de Alicia la sorpresa fue mayor, ya que encontraron pequeñas picaduras, como si el animal hubiera absorbido la cabeza con la intención de absorber la sangre. Esta teoría se confirmo tiempo después, puesto que estos paracitos aparentemente pequeños, llegan a adquirir proporciones enormes de sangre humana y suelen esconderse en almohadones de plumas.

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