produccion de texto

La gallina degollada

Horacio Quiroga

Comprensión lectora:

Erase una vez un matrimonio que se amaba demasiado. Se trataba de los Mazzini- Ferraz, tenían cuatro hijos que se la pasaban todo el día en el patio de la casa inmóvil y fijo los ojos en los ladrillos, parecían idiotizados.

A los tres meses de casados, Mzzini y Berta tuvieron su primer hijo, cuando el pequeño nació todo fue alegría y amor. Cuando la criatura fue creciendo, más exactamente al mes y medio una mañana tuvo grandes convulsiones y al día siguiente no reconocía a sus padres.

Cuando lo llevaron al médico, el doctor que al parecer se trataba de una enfermedad hereditaria, dijo a demás que se podría mejorar pero de todas formas quedaría idiota.

Después de esto tuvieron un segundo hijo, que a los 18 meses también padeció las convulsiones y al igual que su hermano quedo idiota.

Después de caer en una profunda depresión, el amor que se tenía la pareja los hizo creer de nuevo en la vida, y tiempo después tuvieron mellizos, que tiempo después les sucedió lo mismo que a los dos primeros.

Después de un año, creyeron que podrían tener otro hijo, y después de tanto tiempo creyeron que ya no habría problema alguno, pero el matrimonio no se pudo entender y comenzaron a echarse la culpa uno al otro por el suceso de sus cuatro hijos.

Tiempo después llegó el quinto hijo, esta vez se trataba de una hermosa niña a quien pusieron; Bertita, con el nacimiento de la nena, el matrimonio se olvido del resto de hijos dándole prioridad a Bertita. Por otro lado las peleas continuaban siempre por el mismo motivo.

Cuando la niña cumplió cuatro años, una fiebre volvió a prender las alarmas. Las discusiones llegaron al puto de Berta decirle a Mazzini que su padre había sido el responsable, puesto que la enfermedad en algún tiempo de la historia perteneció a él. Después de varias horas la nena comenzó a mejorar.

Un día le dijeron a la sirvienta que matara una gallina. Mientras esta era degollada, los cuatro idiotas entraron a la cocina y su inhumana madre pidió que los sacaran, esto lleno de rabia a los cuatro que volcaron sus miradas sobre Bertita; ella asustada corrió para cruzar la cerca, pero fue alcanzada. Al final sus hermanos la asesinaron justo donde horas antes habían matado a la gallina. Cuando Mezzini llego no había nada que hacer y le pidió a su esposa que no se asomara a la cocina, pero esta sin escucharlo entro y vio un mar de sangre.