jueves, 11 de noviembre de 2010

ENSAYO SEGUNDO LIBRO

La Vecina Orilla”

Mario Benedetti

Cuento declarado

“No siento (al menos, todavía) esa locura que otro me han contado que sienten. Cosas como querer estar toda la vida junto a ella, o sentir una opresión en el pecho (al punto que a veces se parece al infarto) o venirle a uno incontenibles ganas de salir a caminar solo y bajo la luna, y si no hay luna bajo los semáforos”. Son expresiones que Benedetti pone a modo de pensamientos traducidos en letras por intermedio del protagonista del profundo cuento “la vecina orilla” para aludir de manera muy romántica un sentimiento que todavía no albergaba en su alma cuando pensó realmente que representaba Isabel la elegante morocha y despampanante Actriz en su vida joven, sufrida y si se quiere experimentada. Tal vez, en el fondo aquel pibe como lo definiría el dialecto sureño de Benedetti llegase a sentir tácitamente con el pasar de algún tiempo el mismo sentimiento que pernoctó su amigo Dionisio por su querida, así es, una inagotable necesidad de aquella mujer estelar y única que representaba un todo para su vida, eso era Vicky para el pobre Dionisio. Pero para el protagonista de esta historia, al menos por ahora no era lo que sentía por aquella sutil mujer que hasta el momento no se mostraba tal y como era, es decir, su vida galante de artista y de finas costumbres confundían al chico más y más, sin contar que antes ya lo había dejado pávido en un cruce donde la madura dama aun conociendo al joven paso de largo con sus amigos de teatro sin siquiera darle el más mínimo gesto de cortesía. Tiempo después la mujer quiso disculparse por aquel papelón, y como el juego más predecible de todos el pibe supo entender sus escusas por el cual ella no lo voltio ni a ver y la disculpo, comenzó entonces un despliegue de atracción total entre ellos, el chico le contó a Isabel, quien casi lo doblaba en edad lo duro que le había tocado vivir en Baires; que es la forma de cómo se refieren los uruguayos a Buenos Aires, le confesó que había estado a su corta edad en la cana por pendejo, y que por no seguir de pendejo fue que salió, después de estar en libertad tuvo que vivir en una pensión mientras resultaba donde laburar, fueron tiempos difíciles los cuales este joven tuvo que pasar, a lo mejor en circunstancias éticamente no aceptables pero que debido al contexto de aquel entonces, se realizaban prácticas que políticamente eran casi imposible contradecir.

La Vecina orilla es quizá el cuento más largo del Uruguayo Mario Benedetti, cuya estructura mayor recopila diferentes capítulos en los cuales coloquiales dicciones nos sumergen en contextos propios de una cultura Uruguaya-Argentina que nos permite con fluidos diálogos entender realidades que intentan volver de tiempos atrás para situarse de manera contemporánea en el hoy de nuestros días ya sea de forma implícita, sarcástica o critica.

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