3 ficción y no ficción:
Las preguntas de siempre
Resumen.
En este documento se habla sobre los problemas más complicados que enfrenta el periodista a la hora de de narrar historias y en el juego que se ve envuelto cuando empieza a contar hechos ocurridos en la realidad.
Uno de los hechos que ha contribuido durante los últimos siglos, es la influencia que el periodismo ha ejercido en el desarrollo de la literatura, especialmente en la llamada novela realista; a su vez la influencia que ha tenido la literatura realista en los procedimientos narrativos del periodismo moderno.
La literatura a su vez, ha influenciado en el periodismo sobre todo en la transposición de estructuras y formas narrativas propias del cuento, la novela o el teatro, que han sido asimiladas por aquel dando lugar a géneros narrativos que emplean formas y estructuras muy parecidas para contar hechos no ficticios, como ocurre en el reportaje, la crónica, la entrevista y el perfil.
Durante el trascurso del documento encontramos un relato bastante interesante de Hodges en donde incluye la narración de algunas de sus experiencias en calidad de medico durante la época de la peste, como si el libro que escribiera se tratara de un diario de campo. Cabe decir que esta obra de Hodges no contiene ningún episodio novelado, que sea producto de la imaginación del autor, y todos sus datos son producto de su experiencia acumulada durante el tiempo que la peste azotó la ciudad.
Mas adelante encontramos otro relato esta vez de Defoe, este autor, en cambio a pesar de que presenta muchos datos comprobables tomados directamente de la realidad, también incluye relatos compuestos por él a la manera de un novelista: aunque la realidad es la base de la historia, las personas, las fechas, los ligares no siempre coinciden con esa realidad. Muchas de las escenas relatadas en el libro no fueron presenciadas de forma directa por Defoe
El lingüista europeo Eugenio Coseriu es uno de los estudiosos que ha explicado mejor el problema de las diferencias entre la literatura y el periodismo. Coseriu sostiene que el punto de partida para diferenciar ambos géneros se encuentra después de comprender que se trata de discursos susceptibles de definirse sólo por su finalidad. Asegura que el discurso informativo y el discurso literario pueden ser materialmente idénticos, pero son radicalmente distintos por su índole. El discurso informativo debe basarse en el conocimiento de ciertos hechos, comunicar ese conocimiento a alguien, mientras que el discurso literario en cambio tiene finalidad interna, es decir, sin ningún fin exterior. En pocas palabras Coseriu nos quiere decir, mientras en la información la finalidad es transmitir un conocimiento acerca de algo, en la obra literaria el fin es la obra misma no alguna finalidad exterior o instrumental, es decir, no informa simplemente hace.
Otra diferencia entre el discurso periodístico y el literario tiene que ver con el sujeto hablante. En el primero el discurso siempre va dirigido a alguien o a un público determinado y se trata del sujeto empírico; como por ejemplo, un periodista determinado que firma un reportaje, ya que habla de hechos particulares comprobados por individuos particulares. En cambio en el segundo el discurso no se dirige a nadie mucho menos al público particular, habla para toda la humanidad y para todos los tiempos; a demás el sujeto es siempre universal: el autor, con mayúsculas, no un individuo determinado.
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