Una mujer de 4 en conducta. JAIME SANÍN ECHEVERRI
PENURIAS DEL DÍA A DÍA
Una mujer de 4 en conducta, es una novela escrita por el escritor, periodista, historiador, humanista y político Colombiano Jaime Sanín Echeverri. Este paisa oriundo de Rio negro (ANTIOQIOA) Narra la historia de una campesinita honesta, inocente, trabajadora, típica mujer emprendedora con sangre montañera que a sus 16 años no conocería otra cosa que el sufrimiento y el maltrato que una sociedad siendo coterránea la maltrató solo por el solo hecho de no poseer un apellido y un nombre digno para la Medellín de los años 30.
Durante años, nuestra cultura montañera nos ha hecho crecer como lo diría mi abuelo “a punta de empujones” tal vez por esto, nuestra raza es pujante y si se quiere visionaria. Es de nuestra cultura encontrar mujeres verracas que apunta de mazamorra han sabido levantar fuertes generaciones antioqueñas que durante años han construido la modernidad de un pueblo.
Helena, como llamó Jaime Sanín a la campesinita protagonista de su novela, vivía en un mundo rural donde la civilización estaba tan alejada como un oasis en pleno desierto. En su mundo campesino Helena, si bien no tenían las comodidades que podría tener alguna familia acomodada de Medellín no le faltaba nada y su ingenuidad en el campo era propia de aquel entorno tranquilo y pacifico.
Como muchas mujeres en la actualidad, helena se vio obligada a abandonar su vereda, en este caso Santa Helena, donde siempre vivió y creció hasta la juventud, esta blanca mujer de ojos claros y piel montañera quedó sola en el mundo pues no tenía madre y su padre la había dejado sola, por este doloroso motivo le figuro a Helena viajar a la capital Antioqueña en busca de trabajo. En la realidad a muchas mujeres campesinas les toca por diversos motivos buscar en la ciudad la estabilidad económica que sus veredas no les puede ofrecer, encontrando a su llegada una ciudad gigante donde su hostilidad las hace ver como pequeñas hormigas. Allí se tienen que emplear en la mayoría de ocasiones como empleadas domesticas, labor que realizan no porque las ponen a escoger, si no porque la discriminación social y el clasismo no encuentra en que otro oficio ocupar a mujeres pobres y sin estudio.
La historia de helena es la misma que muchas mujeres vive en la actualidad, esa vida paisa que se vivió en los años 30 no se aleja para nada a la que vivimos hoy en día en la actualidad, donde las mujeres campesinas por no perder su trabajo en la gran urbe no puede entonces, concebir hijos en las casas de sus patrones, tampoco pueden merecer hombre alguno por lo cual la palabra amor esta negada y estarán obligadas a vivir como esclavas así hoy en día ese término se disfrace o se remplace por otros más finos o más políticos dependiendo de el contexto. Una sociedad machista como la nuestra discrimina a personas que cumplen una excelente labor desde sus veredas y cuando el mundo capitalista las pone en las ciudades, esas actitudes y aptitudes inocentes, honestas, sencillas y desinteresadas que posen nuestras verdaderas mujeres paisas se ven obligadas a ser remplazadas por actitudes hostiles y codiciosas propias de una metrópoli moderna llena de competencias desleales y de envidias. a Helena, le pasó a lo que le pasa a muchas mujeres de hoy día, por falta de oportunidades se ven obligadas a dejar la postura de dulces ovejas para convertirse en parte de un sistema malvado que incita a mujeres buenas buscar soluciones desesperadas y entrar a un túnel quizá sin salida.