lunes, 12 de octubre de 2009

Perfil.

ALEJANDRA… EJEMPLO DE SUPERACION

Hace 30 años en la clínica león trece de la ciudad de Medellín nació Alejandra Betancourt, una mujer que desde su nacimiento le toco crecer llevando una vida prematura, es decir, debido a las pocas oportunidades que ofrece esta sociedad, su familia no le pudo dar una mejor calidad de vida y es por eso que vio troncado sus anhelos de estudiar y volar tan alto como un pájaro para quedarse en tierra y velar por sus tres hermanos y su madre. Su padre, quizá para ella ha sido un interrogante tan grande como su espíritu luchador, y asegura no saber quién es. Por otra parte sus pocos estudios de primaria en la escuelita del barrio le sirvieron para darse cuenta qué seguramente algún día, y si la vida se lo permitiera sería una gran profesional, sin embargo, Aburrida y agrumada esta mujer a medida que pasaban los años no pudo ver más futuro que su triste presente, su sueño de convertirse en una gran maestra solo se quedaban ahí, en sueños, los mismos que la impulsaban a salir siempre adelante con su humilde familia. Como una leona le toco luchar desde chica con cazadores y animales hambrientos que le acechaban en algún barrio de la comuna trece de Medellín, su siempre correcta manera de actuar la describía como una mujer ubicada, concentrada en sus cosas, a demás de buena amiga, vecina y sin lugar a dudas excelente mujer. Seria por esta última razón que Alejandra a la edad de 18 años conoció a Hernán González quien se enamoró perdidamente de ella cuando la vio en una panadería de aquel barrio sirviendo de tendera. Después de visitarla por varios días en aquella panadería le pidió que por favor le diera el placer de que fuese su novia, Alejandra sintió por primera vez el amor en su corazón, y a los pocos meses ya Vivian juntos. Su madre no veía con buenos ojos la relación de su niña, ya que Hernán le llevaba por lo menos siete años, pero esto no fue excusa para que al año de vivir en unión libre Alejandra le diera el primer nieto a su vieja, cuyo nombre seria Santiago.

A los 21 años Alejandra comenzó a trabajar debido a su responsabilidad y a su difícil situación económica en el colegio san José como aseadora, pasando por tendera de la cafetería oficio que conocía muy bien, luego pasó hacer auxiliar de portería del mismo colegio. Después trabajo en el éxito de Colombia primero como ayudante de piso y luego ascendió si se puede llamar de alguna manera a cajera.

A los 23 años empezó a laborar en la FUNLAM como aseadora general, al año de estar trabajando allí nació su segundo hijo, Andrés Felipe. Alejandra a esas alturas de su vida a demás de ser buena trabajadora era buena esposa y formidable madre. Este año Alejandra cumplirá 6 años de estar trabajando para la comunidad Amigóniana, sus compañeras la describen como una mujer luchadora, amable, tímida y si se quiere algo callada pero siempre colaboradora, agradecida y solidaria con los demás, eso se refleja y siempre que la veo lo noto. Lo que más le molesta es la gente injusta y de poco corazón, además el irrespeto y lo que más le irrita es que le pidan un favor de mala gana, laboralmente cumple de buena forma y al igual que el resto de personal que labora en la FUNLAM la construcción del nuevo bloque le genera más trabajo, debido al polvo y la basura que allí se acumula, pero Alejandra no le importa seguir colaborando con la limpieza en la Universidad siempre en cuando se le trate bien y se valore su trabajo, porque cabe decir que esta mujer de estatura mediana, de cabellera rubia y rostro bello se lo merece.

Por último, es para mí Esteban Arboleda estudiante de tercer semestre de comunicación fué un total placer haberle creado este perfil a Alejandra Betancourt, porque veo en ella un ejemplo de superación que siempre tomare como referente cuando en mi vida hayan pequeños problemas.

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